Monthly Archives: July 2014

El Canòdrom, al paper de diari

A les acaballes d'aquest mes de juliol, tradicionalment portal de les vacances (per a qui en tingui i pugui i les faci ara), «El Periódico» és fa ressò del problema del Canòdrom i recull un breu resum de les declaracions de Betlem Ayúcar, presidenta de la Taula del Canòdrom i de l'Associació de Veïns Congrés-Indians, amb una no menys breu exposició del problema.


No sé si els qui no estiguin al cas sobre la qüestió -del barri i de fora del barri- ho entendran massa bé, per aquesta característica d'«El Periódico» de ser una mena de tebeo amb poca lletra i molta fotografia. Però és el que hi ha.

Demà, els clip-press de l'Ajuntament duran aquestes dues pàgines del rotatiu barceloní i tanmateix pot inclús passar que algú de la Casa Gran pregunti a algú altre quina història és aquesta d'un canòdrom (No havia plegat, el canòdrom aquest?).

Bon estiu i fins el setembre

Adicciones

Algunas de las veces que he comparecido en algún medio de comunicación representando a la Asociación de Internautas ha sido para debatir sobre si Internet engancha o no, sobre si existe adicción a la red.

Siempre he opinado que no, que tal presunta adicción ha sido constantemente negada en todos los foros y estudios psiquiátricos y que no pasa de ser, en algunos casos, comparable a esa gente que coge el coche incluso para recorrer doscientos metros (que no es mucho más numerosa por lo disuasorio de la escasez de lugares donde estacionar) o a la que se tira al chocolate como loca. Puede tratarse, a lo sumo -y ya es decir- de incontinencias. Ni siquiera me gusta la palabra abuso porque es valorativa: ¿hasta dónde no se abusa de Internet y a partir de dónde se abusa de la red?

Bien, como el uso de la red se ha extendido y normalizado tanto que ya los tradicionales pedantes que se sentían por encima de la cosa esa hacen el ridículo y la pretensión de una drogadicción consistente en estar enganchado a Internet es vista con cierta rechifla, ahora le toca al móvil, concretamente al smartphone (porque del móvil mondo y lirondo también dijeron tonterías adictivas, pero como ahora ya no lo usa apenas nadie...).

Ahora, los pedantes de siempre hablan del abuso del smartphone porque todo el mundo se pasa el día pegado al smartphone. Personalmente, el único abuso de smartphone que considero y denomino tal es el que tiene que ver con la buena educación: interrumpir una conversación porque ha llegado un mensajillo de WhatsApp me parece de una grosería insufrible. Pero ojo, la grosería lo es en sí, no en función del aparato. Si queréis verme agarrar un globo de los buenos, ponedme en una cola (por ejemplo, en un banco o, mucho más infrecuentemente, en una taquilla), situación que, ya de por sí, me pone de muy mal humor, y que el empleado, funcionario o lo que sea, interrumpa cada dos por tres el trabajo de atender al público que aguarda para atender -mediante un aparato de los de siempre, corriente y moliente- a alguien que telefonea. No es nada extraño, ante una situación como esta, que yo interpele al empleado en cuestión para preguntarle -en tono agrio- qué cola han hecho esos señores que llaman para pasarme delante tan frescamente, por qué no habría de ser el que llama por teléfono el que espere a que la cola haya terminado.

Es verdad que el smartphone y su popularización nos han traído escenas chocantes, inauditas hace unos muy pocos años. Ir en el metro y ver que los ocho ocupantes de los dos bancos enfrentados están, como un sólo hombre, enfrascados en vete a saber qué (la compulsividad digital induce a pensar en WhatsApp o en algún juego) no es, en absoluto, una escena rara. Y sería lamentable si esta escena sustituyera a la de ocho ciudadanos charlando animadamente, pero sabemos que no es así. Antes, salvo unos pocos que leían (y siguen haciéndolo, aunque en un aparato digital: el papel ha desaparecido casi por completo) el resto permanecía con una mirada de catatonia orate perdida en cualquier parte. Ahora la gente hace algo en lo que parece interesada; situación probablemente mejorable, pero indudablemente mejor que la anterior. Visto así, yo creo que el que tendría que ir a hacérselo mirar es el percebe de las adicciones.

En realidad, podríamos verle una faceta maravillosa a todo esto: estamos permanentemente comunicados con nuestros seres queridos, con nuestros amigos... con los que están cerca y con los que están lejos. Hace muchos años, mi mujer y yo teníamos la costumbre de llamarnos (o el uno o el otro) una vez cada día, a media mañana, para... bueno para... cosas, esas costumbres rutinarias que adquirimos los cónyuges mientras trabajamos, que si todo va bien, que si hay algo nuevo...; pero, obviamente, una vez cada jornada. Ahora, esa llamada telefónica se acabó. Cada vez que mi mujer necesita decirme algo (o yo a ella) me envia un mensajillo por WhatsApp (aunque últimamente voy consiguiendo que se acostumbre a Telegram) y yo se lo contesto en cuanto el trabajo me permite unos segundos de tiempo. O viceversa, por supuesto. Tengo a mi hija menor en un campamento en el otro extremo de Cataluña, pero hablo con ella varias veces cada día y eso me la acerca, me da la impresión de que no está tan lejos. Y como tenemos un grupo familiar, alguna vez durante el día hablamos todos sobre algún tema de importancia doméstica, cuando es necesario, con independencia de dónde esté cada cual (que, frecuentemente, ni lo sabemos). Tengo un amigo cuya hija ha ido a trabajar a Holanda y otro que tiene a su primogénito en Australia y los dos hablan a diario -y más de una vez- con sus hijos. ¿Saben los atontados de la adicción lo que ayudan estas facilidades a reducir las distancias, la sensación de proximidad al ser querido que nos proporcionan las TIC?

Los tuiteros estamos al pie de nuestro particular cañón (el TL) desde que nos levantamos hasta que nos acostamos; otros ídem con el Facebook. Ya no concebimos ir de spotting, por ejemplo, sin FlightRadar, FlightStats o LiveATC, amigos y residentes en nuestros móviles; incluso hay quien lee libros a través del smartphone (yo prefiero mi tableta, que siempre va conmigo, pero cada cual tiene sus gustos)...

Antes, las personas mayores llevaban siempre en el bolsillo una navaja multiusos (yo la he llevado desde siempre y lo sigo haciendo); hoy, jóvenes, desde luego, pero también mucha gente mayor, llevamos esa otra herramienta polivalente que nos tiene en permanente comunicación con quien nos interesa, de una manera eficiente, rápida y barata, con nuestros seres queridos y con nuestros interlocutores de debates, de aficiones o de intereses comunes o confluyentes, que nos permite ser localizados en cualquier momento por aquellas personas (clientes, amigos, familiares) a las que nos interesa facilitarles la comunicación con nosotros, que nos permite estar informados en tiempo real de todo aquello que nos interesa o que nos puede interesar de cualquier parte del mundo, que tiene también elementos de entretenimiento: juegos, libros, música..., que nos permite saber dónde estamos (ya no nos perdemos por la ciudad y pronto, cuando la cartografía topográfica digital alcance a estos aparatos, en ningún lugar del mundo que esté a la vista de tres o cuatro satélites de la red GPS o GLONASS) y que puede presentarnos, entre otros miles de cosas, hasta un planisferio para saber qué estrella u otro cuerpo celeste es aquel que hay allí y brilla tanto.

¿Adicción? No sea un analfabeto con titulación universitaria y dedíquese a mirar el mundo en el que vive, más allá de su rancio y mohoso escritorio de fraile medieval.

Imagen: Alar Kirikal en Wikimedia Commons
Licencia: Dominio público

El ocaso de la Casta

Cada vez es más insistente y con más diversas procedencias el rumor de que se van a anticipar las elecciones generales. Incluso algunos medios -como el «El Confidencial»- precisan hoy mismo que Rajoy podría disolver el Parlamento a finales de agosto para celebrar elecciones... en noviembre. De ser cierto, entre otras posibilidades que después desarrollaremos, esto conllevaría la probablemente hábil maniobra de solaparle al invento de Mas nada menos que una campaña electoral a nivel de toda España, aparte de surfear, más que probablemente en su propio provecho, la prevista ola del 11 de septiembre en Cataluña. Sin entrar en otras consideraciones -en las que, insisto, vamos a entrar enseguida- el plan, a mi modo de ver, no carece de cierta elegancia porque, aunque bien pudiera considerarse pan para hoy y hambre para mañana, lo cierto es que descolocaría varios, muchos o quizá incluso todos los planes B que el separatismo pudiera tener preparados en descuento de la prohibición administrativa o judicial de la consulta del 9-N y el invierno caliente que seguramente estarán preparando, habría de quedar, como pronto, en una primavera caliente aprovechando que en primavera será la campaña de las municipales y esa, sensu contrario no sólo no obstruye sino que aún favorece el ambiente del prusés. Cae por su peso que, incluso aunque se celebrara, una consulta efectuada en el ambiente de una campaña electoral de ámbito estatal tendría el valor político y dialéctico de un churro, siendo así que ese valor político y, sobre todo, dialéctico, es precisamente el que buscarían de no tener claro -y ya desde el primer momento- que esa consulta no se va a celebrar.

Pero hay más, muchísimas más cosas.

El medio citado dice que las causas de que Rajoy haya eventualmente decidido un adelanto electoral serían diversas. Destaco un par.

En primer lugar, la voluntad de afrontar el desafío separatista fortalecido por una nueva y más fresca mayoría o bien, en otro caso, desaparecer del mapa y dejarle el marrón a otro. El rumor asociado a este de que Rajoy podría estar deseoso de retirarse coincidiría con un deseo primigenio de no pasar a la Historia como el presidente del Gobierno bajo cuyo mandato la crisis catalana -de llegar a ser este el caso- resquebrajara los cimientos de la unidad nacional.

Y, en segundo lugar, interceptar los efectos Podemos y Sánchez, particularmente el primero, que está alarmando hasta la histeria a toda la Casta, hasta el punto de poner en jaque a la mismísima IU adelantada, arrollada y yo diría que incluso desarbolada por la izquierda.

Pese a que odio a la Casta como el que más, me preocupa, y mucho, Podemos, como me preocupa y mucho Guanyem Barcelona (a pesar incluso del enorme respeto y de la gran -pero no ciega- confianza que me inspira la solvencia personal de Ada Colau). Me preocupa porque tan malo es el encastamiento, la corrupción y la traición que ha practicado la chusma política que sufrimos como el amateurismo con mando en plaza. Quizá por mi deformación profesional funcionarial y a pesar de ser un perfecto mindundi dentro de la enorme maquinaria de la administración pública, tengo muy clara la complejidad de los mecanismos de la gestión pública, complejidad a la que hay que añadir una suma delicadeza cuando la gestión es, concretamente, la presupuestaria. El efecto que produce el acceso del gamberrismo político a estos mecanismos de gestión y a la caja registradora es devastador. Lo vi de lejos con Zapatero y de cerca con la ERC de los dos tripartits. El problema del populismo es que cuando llega la hora de dar trigo, las hectáreas sembradas que hay son las hectáreas sembradas que hay y todo el mundo quiere su ración: la política es, precisamente el arte de establecer prioridades y cuando -como en el caso del populismo- las prioridades vienen tan en tropel que llegan a dejar de serlo porque se destruye toda la escala de la proporcionalidad, es cuando acontece el desastre. Aparte de que el populismo, puesto a establecer prioridades, lo tiene muy claro: los nuestros y los otros, es decir, se convierte en una mezcla de inquisición y de asamblea jacobina que, en definitiva, acaba estableciendo una red clientelar de afectos y una maquinaria sistemática de destrucción del discrepante. La granja de Orwell, en pocas palabras. Una Casta distinta de la actual, pero Casta a fin de cuentas. Salimos de Guatemala para ir a Guatecutre.

El problema, obviamente, es que la Casta, en su tremenda estupidez, ignoró el cabreo ciudadano manifestado el 15-M. No costaba nada adivinar que, al socaire de ese cabreo completamente inaplacado, al contrario, incluso incrementándose con el tiempo (sobre todo con fenómenos como el hambre infantil, la tremenda serie de desahucios asociada al régimen español de mantenimiento de la deuda después del lanzamiento), habrían de salir irremediablemente plataformas, grupos, partidos -llámesele como se quiera- que capitalizaran ese cabreo y lo legitimaran en las urnas. Como es sabido, Podemos dio un sorpasso tremendo en las elecciones europeas pero es que, además, las encuestas lo sitúan muy alto (en tercer lugar, según cálculos no muy audaces) en las preferencias de los electores en este momento. El Guanyem Barcelona de Ada Colau -boicoteado, por cierto, por los medios públicos de la Generalitat- también puede dar un vuelco a la situación en Cataluña. Dan muchísimo miedo a la versión cataláunica de la Casta y muchos ciudadanos la ven alcaldesa de la ciudad. Ya veremos si llegará a tanto -cabe no descartarlo, ojo- pero en todo caso sí que puede esperarse racionalmente un posicionamiento electoral altísimo y, consecuentemente, una descolocación total y absoluta de la correlación de fuerzas municipales a que, con más o menos variaciones, veníamos a estar acostumbrados en los últimos treinta años. No es una perspectiva que me guste, ya lo he dicho antes, porque, recordando a Zapatero, no es aventurado predecir que todas estas plataformas, a medio y largo plazo, constituirán un desastre financiero y quizá también organizativo en todas aquellas administraciones que controlen o en las que tengan fuerza suficiente como para fiscalizar.

Si los partidos pesebreros hubieran atendido las ansias de fondo que llevaron al 15-M en vez de mofarse de sus asambleas (que nunca fueron representativas de nada), si hubiesen rectificado sus formas y sus políticas en un sentido más favorable a los intereses cívicos, si hubiesen emprendido realmente el camino de la transparencia y hubiesen acabado con la corrupción, probablemente ni estarían ahora sufriendo (y con muchísima razón) por su futura posición política y con su propia existencia comprometida incluso, en algún caso, ni esas plataformas nuevas tendrían -ni lejanamente- las expectativas enormes que tienen hoy según todos los estudios e indicios.

Es lo que tienen la soberbia y la ceguera, el creerse atrincherados y seguros en una torre de marfil.

Imagen: Barcex en Wikimedia Commons
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Esto quisísteis, esto tuvísteis

Lo he dicho muchas veces: parte importante de las cosas que nos contrarían, suceden porque nosotros permitimos que sucedan. Nuestra molicie, nuestro hedonismo, nuestro menfoutisme y, en ocasiones, nuestra extrema cobardía, nuestra absoluta falta de redaños no para afrontar grandes desafíos sino incluso para correr pequeños riesgos, son campo abonado para que el político felón haga con nuestras vidas lo que le dé la gana en función de sus propios intereses y de los intereses de sus protegidos, cómplices, inductores o encubridores.

Hagamos un pequeño repaso.

Ley Sinde

¡Hay que ver la que liamos en las redes sociales! «¡Arde Twitter!», se leía por ahí. Y sí, sí, manos al teclado, la liamos parda. Y exclamamos sapos y culebras ante cualquier medio de comunicación que nos dio cancha. Y luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese... y no hubo nada.

Esta es nuestra triste y cutre historia.

Pero seguimos acudiendo a las salas de cine. Se van cerrando, sí, pero las más van sobreviviendo. Y cuando bajan precios, acudimos en tropel. En este punto, quisiera aclarar que utilizo la primera persona del plural como licencia literaria: con una sola excepción -de la que, además, me arrepiento- hace veintitantos años que no piso un cine y, además, lo tengo a gala.

Si hubiéramos hecho un boicot total y absoluto a las salas de cine y a la compra de DVD, en una sola semana, dos a lo sumo, nos hubiéramos cargado la ley Sinde. Pero cada cual tiene su excusa: hombre, es que es cultura (?), qué hago si no... o el colmo de la chinchorrería: pensar -y, a veces, sostener- que estas actitudes son propias de pringados. Casualmente, los que más sostienen esta opinión suelen ser los más pringados, pero en fin...

El caso es que no hay capacidad de sacrificio ni para prescindir de dos semanas de cine, que ya ves tú qué privación tan espantosa.

Pues ahí tienes la Ley Sinde. Y espera a que modifiquen la LPI un día de estos y verás lo que es bueno.

Canon AEDE

Plataformas, gurús, todos gritamos contra el canon AEDE que nos van a clavar irremediablemente en próximas fechas. Las redes también bajan, torrenciales, llenas de protestas. «¡Arde Twitter!» como les gusta decir a los gilipollas del papel. Pues Twitter arderá, pero a las sedes de los partidos pesebreros no llega ni el olor a humo. Y si llega, ya les echa ambientador -que es de lo que se trata- la prensa asimismo del pesebre.

Pero cada día se venden periódicos. Cada vez menos, dicen, pero se venden. Miles de bares temen perder su clientela si cancelan sus suscripciones. Muchos particulares son incapaces de desayunar el bocata de las 10 sin hojear un periódico hecho de árboles muertos, pese a que unos cuantos llevan una tableta en el maletín y el bar en cuestión tiene wifi. Y mucha gente compra el periódico en papel por analfabetismo tecnológico, o porque llevar un periódico bajo el brazo bien visible hace intelectual, o progre, o patriota, según la cabecera.

Si un buen día los kioskeros devolvieran íntegro su paquete de ejemplares a la distribuidora, si se sucedieran de minuto en minuto las llamadas, faxes, cartas y demás cancelando suscripciones, antes de una semana nos habríamos cargado el Canon AEDE

Pero se ve que tampoco puede prescindirse del periódico de papel ni siquiera una semana, pese a que la Red está materialmente abarrotada de prensa digital de todos los colores y calidades. Y gratuita en su mayor parte.

Pues nos vamos a comer el canon AEDE. Y ya está. No le demos más vueltas.

Ley Mordaza

Esa quizá es más complicada de cepillarse mediante un boicot directo, habría que hacerlo de modo indirecto. Habría que buscar un grupo empresarial lo suficientemente potente como para que su presidente, presa del pánico, llamara a Rajoy, le ordenara meterse por el culo la Ley Mordaza y Rajoy procediera a bajarse los pantalones sin rechistar, e ir de frente contra ese grupo empresarial, sin contemplaciones.

Evidentemente, si para la Ley Sinde o para el Canon AEDE, con targets tan evidentes, no hay manera de proceder a un boicot efectivo, imaginarse si primero hay que discutir a quién boicoteamos, aunque tampoco imposible porque, a elegir entre una docenita, da igual una que otra. Sin embargo, sabemos que no va a ser así.

O sea que nos van a enchufar la Ley Mordaza tan fatalmente como nos vamos a comer el Canon AEDE y tan irreversiblemente como nos hemos tragado la Ley Sinde.

Así que menos quejarse y menos ignición en las redes sociales: todo esto nos pasa, simplemente, porque queremos.

¿Y después?

Me llama mucho la atención un artículo de Anna Grau en «Crónica Global», ya en cuyo título se pregunta, muy acertadamente, de qué van a hablar Mas y Rajoy, porque ella, como yo, no ve qué tienen de negociables ambas posturas: Mas quiere (y no le queda más remedio que) negociar una consulta sobre la que Rajoy ni puede ni quiere ni debe negociar. Entonces ¿qué hacemos?

Lo único que se me ocurre en plan práctico -escenificaciones de intolerancias aparte- es que busquen juntos una solución para que Mas pueda retirar su órdago con alguna dignidad, pero si se supone que ello debe comportar la salvación política de Mas, lo veo dificilísimo. A Mas lo veo condenado a muerte [política] desde que esto empezó: emprendió una huida hacia adelante y las huidas hacia adelante siempre acaban en tortazo. Consciente de eso, dudo de que Mas busque retirar nada, puestos a morir... ya se dice que, de perdidos, al río. Rajoy, por su parte, no puede moverse ni un milímetro de su postura de no tolerar la consulta, referéndum o Pepito, llámalo como quieras. No puede porque se lo impide la Constitución, se lo impide el partido y se lo impiden los cada vez más escasos votos que aún aspire a conservar: si da pie a la menor grieta en Cataluña, también estará muerto políticamente y él sí que puede aspirar aún a una cierta supervivencia. Por tanto, los dos vienen con posiciones previas e inmutables: ¿de qué pueden entonces hablar? Lo que va a ocurrir, pues, está cantado: se va a escenifiar un fracaso, con ambas partes atribuyendo la culpa a la intransigencia de su contraparte; «yo he venido a negociar -dirán los dos en su única coincidencia- y he cumplido. Es el otro el que se encastilla en sus posiciones de forma radical e intransigente».

Por tanto, parece claro lo que va a suceder hasta el 9 de noviembre: tira y afloja diversos de cara a la galería hasta la prohibición final -ejecutiva o judicial por vía del Constitucional- de la consulta, acontecimiento que los separatistas tienen descontado ya y quizá provisionado en su contabilidad política. Lo que pasará después sólo lo saben ellos (supongo: se habla de planes B como de culos, todos parecen tener uno, pero nadie suelta prenda sobre su contenido, más allá de las famosas elecciones plebiscitarias) pero es de prever que la tensión se mantenga o se incremente. A ver por dónde salen porque tengo para mí que muy amplios sectores de CiU no están por la labor de semejantes elecciones y, en el mientras tanto, Mas podría intentar llevar la legislatura hasta su final, cosa que sólo podrá hacer con permiso de ERC. Un lío para tirarse de los pelos, porque se supone que ERC estaría por elecciones anticipadas y plebiscitarias (vive su momento más dulce, en cuanto a pronósticos electorales; tanto que esperar su incremento futuro es una apuesta de riesgo si, como parecería, ha podido alcanzar ya su techo).

Y a medio y largo plazo, nadie sabe cómo evolucionará esto. Muchos piensan -yo también- que si realmente se va remontando la crisis y ese remonte se percibe en la calle, el sector iracundo del separatismo (el independentismo sobrevenido por ira hacia el Estado, no por convencimiento intrínseco) irá enfriándose, tanto más en cuanto que dicho sector carece de fondo para sostener la reivindicación muy allá en el tiempo (ocasionalmente, da la impresión de que el soufflé va bajando). Por más que la ANC intente mantener la tensión con movidas diversas, ese sector sobrevenido lo que quiere son resultados en su situación económica, personal y familiar; si no vienen o se obtienen por otro lado, abandonarán la causa. Ya decía Horacio aquello de ira furor brevis est.

Pero si las aguas llegan a volver a su cauce -cosa que está por ver, pero supongámoslo como hipótesis de trabajo- este órdago, este desafío, se habrá producido de todas maneras, habrá sido un hecho, El Gobierno de Cataluña y su Parlamento habrán estado al borde de la sedición (partiendo de la base actual de que se quede al borde). Y eso nos debe llevar a algunas reflexiones:

1. Siempre he propugnado la generosidad en la victoria, como norma vital general (aunque, en el caso que nos ocupa, difícilmente podrá hablarse de victoria). Siempre he dicho que Cataluña debe ser tratada, en su incardinación en España, de un modo especial (que no sea así es una de las explicaciones de que hayan pasado cosas como las que han pasado... y pendientes aún de las que están por pasar). Y lo sigo propugnando y diciendo. Pero también es verdad que una extorsión como la que se ha intentado no puede resultar premiada ni siquiera en mera y simple apariencia. Es una mosca difícil de atar por el rabo, pero la veo así: por un lado, hay que mejorar la situación de Cataluña en el contexto español; por otro lado, no puede permitirse que lo que ha pasado reporte beneficios a sus autores y partidarios.

2. Hemos constatado que el nacionalismo es insaciable. Nunca tiene bastante y cuanto más se le da más quiere. Pareció que con Jordi Pujol se hizo un pacto de alcance, a base de librarlo a él de su implicación en el caso Banca Catalana (vaya, implicación no: él era el caso Banca Catalana) con la condición de que mantuviera al nacionalismo dentro de límites aceptables y en el ámbito constitucional. Pero ha bastado que desaparezca Pujol del poder político (que no del social y económico) para que el pacto se rompa (había que ser iluso para pensar otra cosa) aprovechando la desesperación (y la desesperanza) que ha traído la crisis para amplias capas de la población catalana.

3. Los hispanistas nos hemos dejado colar goles importantísimos, nos hemos dejado arrollar estúpidamente por la Brunete mediática del nacionalismo, pero no ahora, sino desde hace más de treinta años. Que siendo el castellano el idioma mayoritario en Cataluña haya desaparecido de las escuelas más allá de constituir una asignatura de idiomas como pueden serlo el inglés, el francés o el alemán, es algo muy indicativo de lo que ha pasado y de lo que está pasando aquí. No pretendo que se invierta la inmersión lingüística y se cambie por la del castellano, en absoluto, ni pretendo dos circuitos diferenciados idiomáticamente en la educación, ni pretendo que se deje de otorgar una especial protección al catalán (toda vez que, siendo una lengua minoritaria frente a los grandes idiomas de comunicación, corre un riesgo cierto), pero está claro que el catalán y el castellano deben tener igual presencia en la cotidianidad educativa (que, es, por cierto, lo que se hace en todos los países bi o plurilingües). Por hablar sólo de ese ámbito en el que, por cierto, no se otorgó a nadie dret a decidir, ni consultas ni nada. La falsificación histórica flagrante -de la que en el contexto del prusés se ha llegado a extremos de delirio-, la pretensión de que España es un mero artificio político sin valor nacional, el expolio fiscal al que presuntamente se nos somete, son falsificaciones ante las que hemos claudicado cobarde y gratuitamente. Todos tenemos nuestra parte de culpa y si no la asumimos y no rectificamos, lo que ha sucedido en estos dos años -más lo que pueda suceder hasta que esta situación se reconduzca, si se reconduce- se repetirá fatalmente más temprano que tarde.

Por tanto, cuando haya pasado -esperemos que pase- esta ola, nada de volver a casa aliviados. Debemos ser conscientes de que, si salimos de esta, la próxima será peor. Y así sucesivamente hasta que acontezca lo irremediable, lo irreversible. Por tanto, debemos mantener tensa y activa la actitud crítica; las diversas plataformas que han nacido en defensa de una Cataluña hispana no deben deshacerse sino, muy al contrario, deben potenciarse y deben mantener altos niveles de actividad con la ayuda de todos y siguiendo sus tónicas actuales: fuerte argumentario cultural, reivindicación hispana incesante, ambilingüismo, respuesta intelectual a toda agresión independentista y mantenerse siempre dentro no sólo de la legalidad sino de un entorno de análisis y de estudio, dentro del activismo puramente mediático utilizando la calle como espacio reivindicativo en tono festivo. Dando ejemplo siempre de civilidad y de civismo, desdeñando el insulto, la sobaquina y la testosterona.

Argumentando. Es el arma más potente.

Joc brut

Abans d'ahir va haver una qüestió al plenari del Districte que no he comentat aquí però no m'ha passat per alt. En un moment determinat, l'Enric Fernández-Velilla (Grup Socialista), va preguntar -en el context de la Mostra d'Entitats i Comerç del Barri del Congrés-Indians celebrada el proppassat 14 de juny- quina és l'adreça de la sucursal/delegació/oficina -o com se li vulgui dir- d'Òmnium Cultural al barri. Va respondre el Claudi Cervelló dient que Òmnium Cultural no tenia seu pròpia al barri però que s'havia convidat a l'entitat per la seva especial rellevància dins la vida social i cultural catalana.

Resposta típica de polític per sortir-se'n del pas (ho sento, Claudi, però no te'n vas sortir). Aquests motius haguessin justificat igualment convidar Càritas, el RACC o el Casal Infantil del Raval. Però no es va convidar Càritas, el RACC o el Casal Infantil del Raval, es va convidar, precisament, Òmnium Cultural.

Jo no hi vaig ser el dia 14; més ben dit, sí, però tard, quan ja tothom plegava o bé havia plegat, atès que un assumpte de màxima importància em va obligar a anar a Madrid aquell dia i, per tant, fins abans d'ahir, arran de la pregunta de l'Enric, no vaig saber res d'aquesta qüestió. He preguntat a l'Enric i em diu que la gent d'Òmnium Cultural va estar fins migdia, allotjada en una carpa sense distintius, i es va passar l'estona repartint propaganda independentista i promocionant el 9N. No se sap (o l'Enric no sap) qui va ser el qui va convidar a l'entitat en qüestió -val insistir en que no té cap relació específica amb el barri- però sembla ser que la majoria d'entitats del barri desconeixien la presència d'Òmnium Cultural fins que aquesta es va fer palesa.

Sempre he volgut allunyar d'aquest blog la política que s'escapi dels àmbits del barri o de la ciutat; l'àmbit metropolità, com a molt (tot i que no recordo haver-hi parlat). Potser hagi fet alguna vegada alguna excepció aïllada, crec que no, però, en tot cas, avui ho serà.

No faré explícita aquí la meva posició sobre el 9N i tot allò que significa. No m'amago: qui la vulgui conéixer, la trobarà àmpliament exposada en la major part de les 17 entrades d'aquesta sèrie del meu blog generalista, però no la vull exposar precisament aquí.

La onada sobiranista que estem vivint en aquests moments és molt i molt delicada. L'argumentació del sobiranisme parla de majories socials, però no es pot parlar en aquests termes, perquè en una qüestió de o no, la majoria silenciosa en aquest cas sí que té un valor i un valor important. Que no es pot interpretar, compte, però que hi és. N'ha hagut manifestacions, sí, i alguna molt nombrosa, d'acord, però cap d'elles defineix per sí sola cap majoria social. Que potser existeixi, però que ningú la pot fer valdre en favor seu.

En l'àmbit del barri, és a dir, de la convivència veïnal, la qüestió, com a tots els barris, com a tots els col·lectius, és una qüestió de sensibilitats individuals i aquestes sensibilitats existeixen, en ambdues tendències, en totes les associacions del barri com en el propi barri globalment entès. No hi ha una sola comunitat de veïns que no tingui representants -en qualsevol proporció- de les dues tendències (o de les tres, o de les quatre, si n'hi ha tantes); pràcticament no hi ha família en la què, en diferents proporcions d'una família a l'altra, no hi hagi aquesta diversitat d'idees, d'opinió, d'ànsia o de sensibilitat, digues-li com vulguis.

Els qui van convidar a Òmnium Cultural a una manifestació estrictament de barri en la què Òmnium Cultural no hi pelava res, no van fer altra cosa que una manifestació de mala fe, a més d'un engany a les entitats -o a moltes d'elles- i al propi veïnat que no va anar a la Mostra a veure mítins ni propagandes. De ningú. Dels escrúpols de la dirigència d'Òmnium Cultural aprofitant qualsevol manifestació cívica per colar la seva campanya sí que, en canvi, ja en tenim moltes notícies.

L'explicació del Claudi no és, en absolut, convincent. Gens ni mica. I no tan sols no és convincent sinó que és, a més, sospitosa, perquè el propi Claudi i els interessos parcials als qui representava en aquest cas son perfectament coneixedors de que aquesta explicació és absoluta i premeditadament falsa. Qui vulgui que hagi estat el promotor de la presència d'Òmnium Cultural (jo hi tinc les meves sospites) ha comès un acte de pur i simple sectarisme. Ha estat un clar acte d'emmetzinament de l'ambient i de la convivència al barri, amb premeditació i ocultació sense cap altre finalitat que aprofitar-se'n de cara als seus interessos partidistes.

Per a la festa de l'any vinent -que ja seria mala sort que tampoc hi pogués anar- preguntaré abans sobre aquest particular. I si es pretén reproduir-lo, aleshores amb mi que no hi comptin ni de visita. Encara que no tingui res important que fer.

I si arribo a saber-ho, no callaré, tingueu-ho per ben segur.

El Canòdrom ahir i demà

Bé, doncs com us deia a l'entrada anterior, ahir a la tarda es va poder salvar el Canòdrom en allò que interessa al barri del Congrés i dels Indians. Salvat de moment, és clar: diguem que podrem passar l'estiu tranquils, però en algun moment de la tardor o de l'hivern -si és que el tema no es congela fins després d'eleccions o, com ja ha succeït, tres anys més- tindrem un pla -una modificació del PGM- alternatiu. I aleshores veurem què passa.

Ahir, com us deia, tots els grups municipals, menys el PP que es va abstenir i CiU, que havia presentat la proposta, van votar contra la modificació del Pla General Metropolità pel que fa a l'entorn del Canòdrom. El que més em va agradar és que la pràctica totalitat dels grups van justificar la seva negativa en l'oposició del veïnat del Congrés-Indians formulat per les entitats del barri presents a la Taula, tot i què algun que altre grup em va fer l'efecte de què va fer la manifestació aprofitant l'avinentesa. Que comença el compte enrera per a les eleccions municipals del proper any, vaja... Però, bé, la cosa ha estat així, per una raó o per l'altra.

A l'acte del plenari n'hi va haver presència veïnal. Molt petita, com éra previsible però no menys lamentable, no vam arribar a trenta. Bàsicament, representants de les entitats i algú per lliure: jo i, potser, algú altre més, no massa més; diguem-ne que veïns espontanis, allò que es diu veïns espontanis, no en va haver.

Alguns dels veïns presents ahir a la tarda

L'Enric Fernández-Velilla, veí i conseller de Districte, saluda a alguns veïns
 Per tant si hem de ser justos, s'ha de dir que aquesta és una victòria de la gent que ha treballat de ferm per arribar a aquest final feliç provisional però no es pot deixar de dir que la victòria no ha estat del barri, que el barri ha obtingut un regal que en absolut s'ha merescut. Així de clar ho dic i a qui li cogui, que es grati.

Aspecte general de la sala del plenari del Consell de Districte

Moment de la intervenció de Betlem Ayúcar (Associació de Veïns i Taula d'Entitats)

El regidor Blasi conversa amb alguns veïns després de la votació
Ahir en parlàvem de què a la tardor començarà la moguda per tal de resoldre el problema del carrer de Garcilaso. Com sabeu, la perillositat del carrer de Garcilaso és tan notòria que ja hi tenim un mort (tres, en el conjunt del barri, en una setmana veritablement negra) i cal exigir a l'Ajuntament, al Districte, que s'hi posi fil a l'agulla en aquest carrer. I res de pedaços, res de senyals d'stop; la gent conscient i responsable ja fem stop sense necessitat de que hi hagi senyal; el problema és la gent que no és conscient i responsable, i el problema és la mala visibilitat que tenen la majoria de les cruïlles pel fet de què, legal o il·legalment, l'estacionament a les voreres s'apura fins la cruïlla mateixa.

El Canòdrom, més tard o més aviat, tornarà a irrompre en la nostra vida de barri. I així ha de ser, perquè no és tolerable que es perllongui aquesta situació com de limbe en la què ha estat durant tres anys ni molt menys que, quan surt d'aquesta situació, sigui per retallar els equipaments que ja en el seu dia es van pactar. Per tant cal estar preparats des d'ara mateix i sense esperar que hi tornin a venir els problemes, per a:

1. Reivindicar el pacte entre la Taula del Canòdrom i l'Ajuntament, que ja és un pacte de mínims prou per sota del que el barri volia i necessitava originàriament.

2. Replantejar l'ús de l'edifici que, al meu parer (i no sóc en absolut l'únic que pensa així), s'ha regalat massa graciosa i alegrement a l'Ajuntament, deixant-nos vendre la història de l'equipament de Ciutat. La realitat és que l'Ajuntament -ni en aquesta administració ni en l'anterior- saben què fer-ne amb l'edifici del Canòdrom i tot ha estat una successió d'estrambòtics projectes erràtics. Primer va ser el Centre d'Art Santa Mònica (inclús n'hi va arribar a haver un director per al projecte canodròmic que va estar no sé quants mesos sense fer res i cobrant una barbaritat) i ara ens han venut un altre projecte de no sé quina espècie de viver d'empreses artístico-tecnològico-creatives que diuen que no té espai a Barcelona Activa ni al 22@ (són coses diferents, diuen, però no diuen perquè) del què ens van passar unes diapositives que no il·lustraven res exposades per una senyora que ens va explicar quelcom que no va entendre ningú, entre d'altres coses perquè sospito que no hi havia res que explicar. La única realitat que molts veïns -enquadrats o no en associacions- veiem clara és el que deia al començament: l'Ajuntament no sap què fer amb el Canòdrom, no té un projecte clar i definit per al Canòdrom sobretot perquè no te cap necessitat que pugui ser coberta pel Canòdrom (per a algunes coses és massa i per a les altres massa poc), així que ens sotmet a un seguit de fantasies més o menys eròtiques que tampoc s'acaben d'executar mai; en certa manera, benauradament: penseu que el fracàs d'un projecte per al Canòdrom conduirïa a què l'espai restés abandonat i, per tant, més a la llarga o més a la curta, focus de marginalitat, d'incivisme i, portser inclús, de delinqüència... problemes, per cert, que ara mateix no són gaire lluny de materialitzar-se.

Serem capaços d'emprendre tota aquesta tasca reivindicativa tots a una? Tant de bo, però si us dic la veritat, jo no veig el barri amb ànsia com per tirar endavant. S'aconsegueixen uns resultats millors dels merescuts perquè hi ha uns activistes i uns dirigents veïnals i d'entitats millors dels què el barri, per la seva pròpia empenta, mereix.

I ahir vaig confirmar aquesta impressió.

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ATURAT!!!!

És només un apunt d'urgència, demà us ho explico millor.

La modificació del Pla General Metropolità que suposava perdre le meitat dels equipaments del Canòdrom -pèrdua definitiva per manca d'espai al barri per a equipaments- ha estat feta enrera mitjançant l'informe negatiu en la votació del plenari del Districte. Tots els grups municipals -excepte CiU, és clar, i el PP- han votat en contra de la modificació del Pla, motivats per la disconformitat del veïnat del Congrés-Indians, representat per les seves entitats. El PP, tot reconeixent que la modificació té forats i assolint les queixes veïnals, ha preferit, no obstant, abstenir-se. Algun dia, algú ens explicarà aquests misteris de la política professional o semi-professional.

Per tant, el tema Canòdrom segueix vigent; s'ha pogut evitar una catàstrofe -entesa com a tal en el context de què parlem- però els problemes i la possibilitat d'una nova disbauxa podrien no haver-se acabat.

Tranquilitat aquest estiu, però a la tardor, més que probablement, el Canòdrom, com a problema, tornarà a ésser present en la vida del barri.

Demà, més.

Tots a la plaça Orfila!!!

El proper dimarts, 8 de juliol, a les 19:00 hores (7 de la tarda), tindrà lloc el plenari del Districte de Sant Andreu en el què l'actual administració municipal vol tancar el tema del Canòdrom deixant-nos als veïns del Barri del Congrés i dels Indians gairebé sense possibilitats de tenir en el futur els equipaments que necessitem i que fa tres anys ja s'havien negociat i tancat. Ara, l'Ajuntament fa un replantejament i ens deixa amb molt més que un pam de nas.

No us vull enganyar: la cosa pinta malament. Hi hauria esperances si la mobilització dels veïns fos general, però sabem que això no succeïrà, oi? No: s'està millor a casa, és clar. Ja ens queixarem després, quan necessitarem -potser vitalment- algun dels equipaments que no tindrem.

Tot i així, hi ha convocatòria. Des de l'Associació de Veïns m'informen que la Taula d'Entitats ens convoca a tots per ser-hi allí, per fer força, per donar empenta als qui defensaran les opcions del barri.

Ens trobarem mitja hora abans, a les 18:30 hores (dos quarts de 7 de la tarda), a la plaça Orfila. Si som molt poquets, entrarem a la sala de sessions. Si som pocs, també hi serem al vestíbul. Però, si fóssim molts, a més de la sala de sessions i a més del vestíbul, podriem ésser a la plaça Orfila fent xivarri, reclamant els nostres drets, fent que l'últim tren per al barri s'aturi en aquesta estació.

Jo hi seré, és clar.

I vosaltres?

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Assemblea 2014 Associació de Veïns

Ahir es va celebrar l'assemblea anual de l'Associació de Veïns Congres-Indians; una mica tardana, al meu parer, perquè això d'aprovar gairebé al juliol els pressupostos per a l'any corrent... però vaja, passa a moltes entitats. Quan les coses funcionen amb quatre voluntaris que tiren sols del carro tampoc no es pot filar tan prim en les exigències de gestió com si això fos el RACC. Com a nota positiva, en canvi, el fet de fer l'assemblea ja entrat l'estiu i amb llum de sol a dos quarts de deu del vespre, va fer que l'afluència de socis fos sensiblement més alta que quan l'assemblea se celebrava a l'hivern o començament de la primavera, amb clima fred i fosc a les set de la tarda: tenint en compte que la immensa massa social -si més no, la que assisteix a les assemblees- és gent gran en la seva pràctica totalitat (jo sóc dels joves i d'aquí a un mes i mig casco els 59), el clima i la llum són factors determinants.

A banda de les qüestions de tràmit (lectura i aprovació d'acta anterior, liquidació de comptes, pressupost 2014, etcètera) que han de restar en la intimitat associativa, es van tractar dos temes que van més enllà -sobretot un d'ells- del simple interès associatiu i que afecten tot el barri.

Un és el tema del local. Ja hi ha un projecte que, en principi i sobre el paper, no pinta malament, en què, mantenint el volum de l'edifici, l'interior es reestructura completament i n'hi dóna més funcionalitat, a més de servir al seu nou ús, que ja no és ser la seu de l'Associació de Veïns sinó un local municipal de barri una de les funcions del qual és allotjar la seu de l'Associació... a més d'altres dues o tres. Oficines, sales polivalents i la gran sala d'actes (que parteix de la base de l'actual) que tan bon punt pot tenir la funció de teatre o cinema com la de sala de ball o de festa (una revetlla, un cotilló de Cap d'Any...). Les obres començaran al febrer del 2015 i es perllongaran durant 16 mesos, és a dir, haurien d'estar enllestides per a l'estiu del 2016. Ja veurem quan comencen i ja veurem si els terminis s'acompleixen, disculpeu si el meu escepticisme és un assassí d'il·lusions, però la puntualitat en l'execució dels projectes no és una virtut que caracteritzi l'Ajuntament de Barcelona, ja no amb l'actual administració, sinó que no recordo que mai l'hagi tingut. I repeteixo que tinc els 59 aquí mateix. És a dir, em permetreu que aventuri que molt més probablement el nou local estigui llest per al 2017... i ja veurem en quin moment del 2017. Sí perquè, a més a més, la teulada actual és d'uralita (fibrociment, per ser rigorosos) i ja recordeu el que va passar amb el Canòdrom per aquesta causa. També és cert que la uralita, al Canòdrom, hi va aparèixer sense que ningú hi comptés, i en el cas del local ja s'hi compta. Però no em sorprendria que el refonoll de la uralita donés pel sac també en aquesta ocasió (com a realitat... o com a pretext per a l'endarreriment sobre el termini previst).

Mentrestant, l'Associació de Veïns s'allotjarà en un altre local que, en aquests moments, no se sap encara quin serà, diu que s'està cercant, però també em va semblar entendre (puc estar equivocat, compte) que ja n'hi ha algun candidat. No és fàcil: ha de ser un local ubicat en lloc visible, de dimensions adequades i, com qui diu, llest per ficar-hi mobles i posar-s'hi a treballar, no es contempla -perquè no seria operatiu- fer-hi obres de condicionament.

L'altre tema és el del Canòdrom. Sobre la problemàtica del Canòdrom no hi insistiré perquè la vaig explicar amb prou amplitud aquí i, sobretot, aquí. La queixa de la Belén Ayúcar, presidenta de l'AV, és recorrent, però no menys certa (i jo, com ja sabeu els dos o tres que seguiu aquest blog, la faig totalment meva): aquest barri és completament mort pel que fa a mobilitzacions. Bé: el nou projecte municipal per al Canòdrom (més aviat la nova enredada municipal per al Canòdrom) es tractarà en el plenari de Districte del proper dimarts dia 8 de juliol, a les 19:00 hores, a la seu del propi Districte, a la plaça Orfila. Poden passar tres coses: una, que només hi anem tres o quatre (bé, ens prendrem un cafè); altra, que hi anem un centenaret de persones (ja no prendrem un cafè perquè per a un bar som massa colla, així de cop); i una altra més, que hi anem uns quants centenars de veïns del barri (ja no m'atreveixo a dir un o dos milers perquè això és il·lusori, tot i què un o dos milers representen entre el 8 i el 12 per 100 d'habitants del Congrés-Indians, que no és tant) i muntem una gresca pacífica però ben sonora (una cassolada, per exemple), davant la seu del districte. En els dos primers casos (que, malauradament, són els previsibles) no farem res i sobre el futur del barri i de la seva possibilitat de gaudir d'equipaments hi cauran les tenebres. Si es dóna la tercera, potser mantindriem oberta la possibilitat de fer-hi encara alguna cosa; si més no, hi donariem força moral i política als membres del plenari que defensen un Canòdrom com cal.

El dia 8 a les 19:00 jo hi seré allí. Sé que d'altres persones, també. Però tanmateix sé que serem pocs, que serem quatre gats i per això, com a l'infern de Dante, abandono tota esperança.

Recordeu aquesta data del 8 de juliol de 2014 a les 19:00 i el dia que hàgiu d'anar a les quimbambes per obtenir un servei que hauríeu de tenir al costat de casa o, quan sigueu vells, i per gaudir d'una residència pública i decent, poso per cas, hàgiu de renunciar a les arrels i la gent amb la què hi heu conviscut al barri tota la vida, intenteu recordar on hi éreu (o bé on no hi éreu) i què fèieu tal dia i hora.

Si no, tranquils: ja us ho recordaré jo.